El cambio de armario es uno de los momentos clave en el calendario de cualquier amante de la moda, y para mí, como estilista, representa mucho más que guardar la ropa de una estación y sacar la de otra. Es una oportunidad de reconectar con el estilo personal de mis clientes, ayudarles a simplificar su día a día y, sobre todo, disfrutar de una experiencia que va más allá de lo práctico: convertirlo en un ritual de bienestar y renovación.

 

¿Cómo lo planteo?

Cada sesión de cambio de armario empieza con una taza de café o té y una charla ligera sobre cómo se sienten con su estilo actual. A veces llevamos música, otras veces encendemos una vela o ponemos una playlist relajante. El objetivo es crear un ambiente cómodo, inspirador y libre de juicios. Mi intención es que sea una tarde bonita, productiva y divertida, en la que revisemos juntas (o juntos) cada prenda desde el cariño, no desde la obligación.

 

¿Por dónde empezamos? La limpieza inteligente.

Antes de construir, hay que limpiar. No se trata solo de deshacerse de lo viejo, sino de identificar qué prendas siguen funcionando, cuáles podemos adaptar o transformar y cuáles ya no nos representan. Los pasos son claros:

  1. Vaciar el armario por completo.

Solo viendo todo junto podemos entender lo que realmente tenemos.

  1. Clasificar por emociones y funcionalidad:
  • Me encanta y lo uso.
  • Me encanta pero no sé cómo usarlo (¡lo trabajamos!).
  • Ya no me representa o no me queda bien (donamos o reciclamos).
  1. Probarse prendas clave.

A veces un simple cinturón, una vuelta de mangas o una combinación distinta puede devolverle la vida a una prenda olvidada.

 

Crear un armario cápsula de temporada: menos es más.

El armario cápsula es una selección inteligente de prendas versátiles, combinables y alineadas con el estilo de vida actual de mi cliente. No se trata de renunciar a la moda, sino de facilitar la elección diaria.

Mis claves para crear un armario cápsula de temporada:

  • Colores base: elige 2 o 3 tonos neutros que armonicen entre sí (beige, negro, gris, blanco, azul marino).
  • Toques de temporada: añade 2-3 colores tendencia o estampados que actualicen los básicos.
  • Prendas clave por categoría:
  • 2 abrigos o chaquetas.
  • 4-5 tops (camisas, camisetas, blusas).
  • 2-3 pantalones.
  • 1 falda o vestido.
  • 2 pares de calzado versátil.
  • Accesorios con personalidad que eleven el look.

 

Trucos de estilista para mantenerlo organizado todo el año:

  • Usa separadores visuales por categoría (pueden ser etiquetas o colores de perchas).
  • Coloca las prendas que más usas a la vista y deja al fondo las de ocasión.
  • Un día al mes, haz una “mini revisión” rápida para evitar acumulaciones.
  • Si compras una prenda nueva, intenta aplicar la regla: entra una, sale una.
  • Haz fotos de tus combinaciones favoritas y guárdalas en una carpeta del móvil: ¡será tu propio lookbook personal!

 

Una tarde con estilo y conexión

Lo que más disfruto de estas sesiones es ver cómo mis clientes se reconcilian con su armario y con su estilo. Reímos, recordamos historias detrás de prendas especiales, y descubrimos juntas nuevas formas de vestirse desde la autenticidad.

 

El cambio de armario no es una obligación estacional, es una excusa perfecta para reconectar contigo misma, liberar espacio y potenciar lo que te hace única. Y si lo hacemos acompañadas, mejor aún.

Si quieres que trabajemos juntas tu armario de temporada, ¡escríbeme!

Estaré encantada de ayudarte a darle a tu estilo ese toque renovado que tanto estás buscando.

 

Besitosss.

Cristina Cortázar.