Esa tradición que parecía reservada a ceremonias y momentos solemnes, o a figuras como empresarios o altos ejecutivos, ha dado un giro hacia la cima del mundo de la moda. Hoy, más que nunca, los trajes confeccionados a medida y los cortes impecables se han convertido en un símbolo de estilo universal que trasciende géneros, temporadas y contextos.

La sastrería ha conquistado un lugar indiscutible en el mundo de la moda contemporánea. En particular, la adopción de esta estética por parte de los jóvenes ha marcado un antes y un después en la percepción del traje. Hace apenas una década, resultaba impensable ver a personas de entre 20 y 30 años luciendo trajes con estilo y naturalidad; hoy, las nuevas generaciones han roto ese molde, incorporando el traje a sus armarios como una pieza versátil y moderna. Los jóvenes no solo han abrazado la sastrería, sino que la han hecho suya, combinándola con sneakers, camisetas básicas o accesorios minimalistas para crear looks únicos que equilibran elegancia y comodidad. Lo que antes era percibido como rígido y exclusivo, ahora es símbolo de autenticidad, frescura y poder personal.

 

Pero también nos preguntamos ¿Por qué ahora? … La popularidad de la sastrería entre los jóvenes no es casualidad. Podríamos decir que este cambio responde a varios factores:

– Redefinición de roles: Las generaciones actuales valoran la capacidad de expresión personal a través de la moda. Un traje ya no es una imposición, sino una declaración de estilo.

– Accesibilidad: La proliferación de marcas que ofrecen sastrería asequible y de calidad ha hecho que los jóvenes puedan acceder a estas prendas sin comprometer su presupuesto.

– Moda sostenible: La sastrería, con su énfasis en la calidad y la durabilidad, se alinea con los valores de sostenibilidad que muchos jóvenes defienden.

 

La influencia de celebridades y redes sociales también ha sido clave. Iconos de estilo como Zendaya ó Timothée Chalamet  han mostrado cómo el traje puede reinventarse y ser todo menos aburrido. Estos referentes han inspirado a toda una generación a experimentar con la sastrería, combinándola con elementos casuales o incluso atrevidos.

 

Al hablar de la revolución de la sastrería, no se puede ignorar a marcas como Hockerty, Glent, Prats o Mango que no solo han liderado la misma, sino que han hecho posible que la sastrería sea más accesible, inclusiva y atractiva. Gracias a su capacidad para combinar tradición y modernidad, estas firmas han redefinido lo que significa llevar un traje en el siglo XXI.

 

Hoy, la sastrería lidera gracias a su capacidad de adaptarse a cualquier edad y estilo. Es una prueba de que las tradiciones pueden reinventarse y evolucionar, siempre que sean adoptadas con frescura y autenticidad. Porque vestir un traje ya no es cuestión de edad ni de jerarquías, sino de actitud.

 

Cristina Cortázar.